Con esta
Guía pretendemos contribuir a divulgar la riqueza y diversidad natural de nuestro
entorno, facilitando la identificación de las aves presentes, mediante indicaciones
de los lugares que frecuentan y fotografías de las mismas.
El área
estudiada está definida por la cuenca del río Piles. Antaño, el Piles,
previamente a su desembocadura en la Playa de San Lorenzo, atravesaba
una amplia llanura inundable, capaz de regular sus avenidas periódicas. Esta
configuración natural dio origen a una importante riqueza medioambiental, con
el desarrollo de un ecosistema de zona húmeda.
Debido al
crecimiento de la ciudad, esta zona ha sido urbanizada, proceso que aún no ha
concluido. Su riqueza natural no se ha perdido completamente gracias a actuaciones
acertadas, como es el caso del Parque
Isabel La Católica (Parque
de Isabel La Católica, Daniel Arbesú Suárez, Ayto. de Gijón, 1967), actual
lugar de abrigo de numerosas aves acuáticas. El Parque "mantiene un
promedio de 427 patos en los censos invernales, lo que lo convierte en el segundo
lugar de Asturias en la recepción de individuos de este grupo. Este hecho revela
la importancia que para la conservación de anátidas pueden tener lagos artificiales
de similares características (superficie relativamente grande y escasa profundidad),
particularmente en la proximidad de núcleos urbanos, lo que les confiere un
extraordinario interés didáctico y conservacionista." (La conservación
de los vertebrados terrestres asturianos. Carlos Nores y Víctor M. Vázquez,
MOPU, 1987)
La ampliación
de la zona urbana se realiza ahora en el barrio de Viesques, lo que completará en un futuro próximo la total
desecación del antiguo humedal. Ello ha supuesto la urbanización de los cauces
del río Piles, arroyo del Pisón,
arroyo Peñafrancia, canal del Molino y arroyo de la Braña,
sistema hídrico interconectado al que pertenecen, además de los mencionados
estanques del Parque Isabel La Católica,
los estanques del Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, la laguna del río Pisón y la
laguna de la calle Albert Einstein.
En los jardines del Campus Universitario se ha adecuado una pequeña laguna
que ocasionalmente es visitada por anátidas. También el nuevo Jardín Botánico
cuenta con lagunas que podrían recibir a estas aves.
Entre las
amenazas que enfrenta este patrimonio ambiental está no sólo la progresiva urbanización
y desecación del entorno, sino también la desaparición de la vegetación de ribera.
Los setos, arbustos y árboles que pueblan las márgenes de los ríos y lagunas
permiten el abrigo de estas aves cuando se sienten amenazadas, les proporcionan
zonas de descanso y, lo que es más importante, espacios donde nidificar. En
este sentido, el Parque de Isabel La Católica es un ejemplo magistral
de jardinería. Sin embargo, no faltan lugares donde esta vegetación de ribera
han sido suplantada por el muro de hormigón o, sencillamente, es periódicamente
destruida a golpe de desbrozadora.
Otra amenaza
significativa la constituye la invasión de estos espacios por nuestros animales
de compañía. Ambos usos no son compatibles, por lo que, si realmente queremos
conservar esta riqueza, deberemos diferenciar las zonas donde es posible disfrutar
con nuestras mascotas de aquellas donde no es adecuado.
Ojalá que
los responsables municipales acierten a preservar el valor medioambiental de
este área, mediante las oportunas actuaciones, para el disfrute de las generaciones
presentes y futuras.
El autor
Santiago Martín González